Escribir un texto de alrededor de 250 palabras. Crear un escenario gótico, un personaje siniestro y un crimen aberrante. Luego crear un investigador que sea todo opuesto y que a través de pistas pueda deducir quién es el criminal.
– ¿Usted lo conoce?
-No, no señor
-¿Usted lo vio?
–No, le juro que no señor
-¿Sospecha de alguien?
– …
– ¿Usted sabe la causa de la muerte?
– ….
El cielo, gris. Las calles, vacías. Hacía frío, mucho frío. Aquel día, fue el más largo y duro de mi vida. Sonó el teléfono, contestó una voz desesperada, la cual me decía que necesitaba mi ayuda. Otro crimen más en la ciudad de Londres.
Me dirigí a la casa, dispuesto a ver lo que fuese. Al llegar, me encontré con un enjambre de gente. Tratando de pasar y lograr entrar a la casa, lo vi. Me acerque y mi corazón se tiño de negro, el cuerpo estaba todo golpeado, deforme como un monstruo.
Inmediatamente, empecé a buscar indicios. Recorrí aquella vieja casa, hasta hallar lo necesario. Quedaba sólo un cuarto por revisar, la habitación de la víctima. Ese lugar estaba destruido y parecía haber surgido algún tipo de forcejeo. En el piso, se encontraba un espejo roto en millones de pedazos. Intenté unirlos a todos y llegue a la conclusión de que faltaba uno.
Fue ahí cuando me di cuenta que debíamos examinar el cuerpo, ya que tal vez el pedazo perdido se encontraba dentro de él.
Los médicos se llevaron el cadáver al forense. Yo, me quede en la casa, buscando más pistas. Ya pasadas dos horas, sin ninguna noticia, fui a la cocina por un vaso helado de agua. Abrí el congelador y me encontré con el pedazo de vidrio faltante. Estaba lleno de sangre. Lo di vuelta y observé que estaba el número “13” escrito. A penas tome conciencia, corrí hasta la habitación del muerto, donde había estado dos horas antes y junte todos los pedazos de vidrio.
Los di vuelta. Aparecía una direccion “Calle 6 al 1313”. Mi corazón se detuvo por un segundo. Baje corriendo, agarre mi abrigo y fui a aquella extraña dirección. Al llegar, note que allí se hallaba el culpable, el asesino. Dude entre entrar o no, pero obviamente como gran investigador, entre dispuesto a cualquier cosa. Toqué la puerta y como en las peliculas de misterio, se abrió sola.
-Te estaba esperando – Escuché
-¿Porque tardaste tanto si te deje todo a la vista?
El hombre era alto, de pelo gris y por apariencia parecía una persona mayor. Estaba por ver su cara cuando sentí que algo me atravesaba el alma.